¿Sabías por qué... SER UN POBRE DIABLO es ser un desgraciado?
Equivalente a decir ser un pobre hombre, pero algo peor.
Desde antiguo se creyó en la existencia de demonios que tomaban parte en la vida cotidiana de la gente.
No todas las maldades eran llevadas a cabo por el Diablo en persona, sino que éste disponía de inagotables huestes de diablos inferiores que acosaban y tentaban a los humanos.
Estos demonios inferiores, por no inspirar mucho temor, recibían el calificativo burlón de pobres diablos.
Durante la Edad Media era corriente que, en las fiestas religiosas, algunos jóvenes se disfrazasen de demonio y bailotearan por las calles y plazas públicas para ser objetos de burla por parte de la población. Les insultaban, les arrojaban agua sucia y los amenazaban. De paso echaban afuera sus propios temores.