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A veces nos hemos preguntado por qué las antenas parabólicas tienes esa forma o por qué reciben ese nombre. Pues bien, nada tiene que ver con un capricho del fabricante o una cuestión estética, todo tiene que ver con una cuestión matemática, más concretamente con una propiedad de la teoría de las parábolas.
¿Qué es una parábola?
Una parábola es una curva que se encuentra a la misma distancia de un punto fijo llamado foco y una línea recta llamada directriz. A partir de esta definición podemos hacer muy fácilmente un objeto en 3D girando la parábola respecto a un eje vertical que pasa por su foco. Al hacer esto estamos creando un objeto tridimensional llamado paraboloide. ¿Sabéis que acabamos de crear? Exacto, una antena parabólica, cuyo foco es el centro de la parábola que hemos girado.
¿Es útil esta forma paraboloide?
Aunque no lo creas es la mejor forma de recibir la señal que deseamos, gracias a una propiedad de las parábolas. Si mandamos señales a la parábola que sean paralelas al eje, estas serán reflejadas por ella hacia el foco, sin tener en cuenta la recta que usemos. Y es tan útil porque si colocáramos un receptor de señal en el foco de la antena conseguiremos que todas las señales que reboten en la parabólica sean enviadas a dicho receptor, por lo que obtendremos una gran recepción de señal.
Como podemos ver, las matemáticas son más prácticas de lo que creíamos en el momento que el profesor nos la explicaba. Esta misma propiedad también se puede usar en otros dispositivos distintos a las antenas parabólicas, como son las cocinas solares, o para acumular energía solar. Así que ya sabes, cuando estés en clases de matemáticas pon atención que no sabes para que puede servirte la lección en un futuro.
