La imagén que nos brindan los libros de história y las estampas de aquella época sobre Napoleón se reproduce una pose con una mano introducida en su guerrera o chaleco por debajo del pecho y encima aproximadamente del hígado o estómago. NO es cierta la leyenda que Napoleón sufría de dolor de estómago o de hígado y la mano apretando en esa zona le aliviaba el dolor. La explicación que de ese gesto tan personal radicaría en que Napoleón era una persona extremadamente educada. Napoleón fue educado en la escuela de Briena (1), mantenida por los religiosos Mínimos, de 1779 a 1784, y en la escuela militar de París en 1784-1785.
Es más que probable que ahí haya aprendido los buenos modales en el libro del padre de la Salle, o San Juan Bautista de Salle (1651-1719). Los preceptos de decoro para la época marcaban que esa postura era la más apropiada para presentarse en sociedad. El libro del "savoir-vivre" titulaldo Las reglas del Decoro de las civilizaciones cristianas fue el que marcó la pauta.
A continuación mostramos un capítulo del mencionado libro:
Capítulo XI. De la espalda, de los hombros y del codo (4)
(...) Es un defecto cruzar los brazos sobre el pecho, entrelazarlos detrás de la espalda, dejarlos pender con indolencia, balancearlos al caminar, so pretexto de alivio; el uso quiere que si uno se pasea sin un bastón en la mano, el brazo que está sin apoyo esté posado ligeramente junto al cuerpo, y que reciba un movimiento casi imperceptible, sin por ello dejarlo caer de lado; si no se tiene bastón, ni manguito (5), ni guantes, es bastante común posar el brazo derecho sobre el pecho o sobre el estómago, poniendo la mano en la abertura de la chaqueta, en ese lugar, y dejar caer la izquierda doblando el codo, para facilitar la posición de la mano, bajo el faldón de la chaqueta. En general, hay que mantener los brazos en una situación que sea honesta y decente.